Capçanes, en la comarca del Priorato. Viernes, cerca del atardecer. Tiempo pronto del Sabbath, descanso judío. Tiempo de un vino kosher (puro). Tiempo de Peraj Ha’abib.
Viernes, un paseo hasta casa de Jürgen. Antes de anochecer, tiempo de bosques y viñedos que descansan y florecen. Comida y vinos, espléndidos blancos y rosados. Anochece, tiempo de tintos. Du pureza. De elegancia. Finura de aromas. Más elegancia. Peraj Ha’abib. Fruta en boca. Naturaleza. Equilibrio que reina. Tiempo de un vino kosher. “Vinificado bajo la estricta supervisión del rabino de la comunidad judía Habat de Barcelona”, este Peraj Ha’abib es Flor de Primavera. Y el equipo de enólogos decide, pero no puede siquiera tener contacto visual con el vino. Y este vino es una maravilla. Es Peraj Ha’abib. Flor de Primavera. Así se llama. Un vino kosher que ha dejado de ser kosher (no soy judío) en el instante que he abierto la botella. Ha perdido su pureza, aunque se mantenga entera. Pura belleza.
Juan Fernández- Cuesta. Diario ABC.