El Celler de Capçanes (Priorat) fundado el 1933, se ha hecho un nombre, gracias, en buena parte, a su vino kosher, el Flor de Primavera (Peraj Ha’abib), reconocido internacionalmente y consumido mayoritariamente por la comunidad judía de Estados Unidos.
Para poder elaborar este vino, la bodega ha de cumplir con unas normas estrictas y meticulosas que afectan la vendimia y todo el proceso de elaboración; miembros de la comunidad judía visitan la bodega para comprobar-lo in situ.
Con el reconocimiento del vino kosher, Capçanes ha demostrado capacidad en la elaboración de vinos.
Àngel Teixidó, el primer enólogo de la bodega, controla la producción de una bodega que cada año pone al mercado 650 000 botellas.
El kosher, elaborado desde 1995, representa el 2% de la producción pero ha permitido a la bodega darse a conocer al mundo.
Cristina M. Álvarez i Esteve Giralt
Divendres, 21 Setembre 2012
La Vanguardia (Tarragona)