Degustación de garnacha en casa
Se dice que los catalanes son los alemanes de España. Tal vez ese sea el secreto de por qué un joven Jürgen Wagner, recién licenciado en enología por Geisenheim, encontró su destino en Capçanes, una localidad de 400 personas en el sur de Cataluña, hace un cuarto de siglo.
El Celler de Capçanes es la cooperativa de viticultores que se hizo internacionalmente conocida por la comunidad judía en Barcelona a mediados de la década de 1990 gracias a su vino kosher. El intenso, afrutado y complejo Flor de Primavera – Peraj Ha’abib deleitó no solo a los creyentes y los críticos, sino también al joven Wagner, lo que resultó en una conexión duradera. Actualmente la cooperativa es una de las empresas más prestigiosas de España, el público adora los potentes y jugosos vinos tintos que se desarrollan en la empresa. Peraj Ha’abib representa sólo una pequeña parte de la producción, Wagner y sus compañeros llenan muchas más botellas con gamas como la línea de frutas frescas Mas Donís, la línea de vinos ecológicos Mas Picosa, el aclamado cupaje de Mas Collet, así como una serie de vinos singulares.
La variedad de uva más importante de Capçanes, la garnacha, sirvió de inspiración a Jürgen Wagner para desarrollar el último proyecto: la línea «La Nit de les Garnatxes». Para ello, se crearon cuatro vinos procedentes de los cuatro diferentes suelos de Capçanes: arena, arcilla, pizarra y piedra caliza. Con ellos se ha querido mostrar a los consumidores la enorme influencia que tiene el suelo en cada gota, y una degustación muestra de manera sorprendente lo diferentes que son los cuatro vinos a pesar de la misma variedad de uva, la misma región de cultivo, la misma cosecha y el mismo tratamiento en la bodega. La garnacha de la arena es bastante fresca y jugosa, mientras que la de la arcilla parece más afilada y densa. La piedra caliza a su vez le da al vino un carácter elegante y floral, y la pizarra finalmente notas frutales intensas.
El origen de los vinos y cómo influye este en el resultado final también es el hilo conductor de las historias que encontramos en las etiquetas que, al igual que el papel en el que se envuelve cada botella, presentan un cómic que gira en torno al terruño y el carácter del vino respectivo.